A propósito de la deserción de César Prieto (II)

A propósito de la deserción de César Prieto (II)

Roberto M. Yepe

Una ampliación sobre el tema, dirigida a algunos que se empeñan en justificar lo injustificable.

Según la RAE:

desertar. (Del lat. desertāre). intr. Dicho de un soldado: Desamparar, abandonar sus banderas. U. menos c. prnl. || 2. Abandonar las obligaciones o los ideales. || 3. coloq. Abandonar las concurrencias que se solían frecuentar. || 4. Der. Separarse o abandonar la causa o apelación.

En la siguiente argumentación me voy a basar estrictamente en la primera parte de la segunda acepción, para evitar cualquier connotación de tipo patriótica, política e ideológica. Lo que hizo César Prieto se llama DESERCIÓN, tanto en Cuba como en Groenlandia. El susodicho tenía la obligación de jugar el torneo preolímpico. Si hubiera tenido el mínimo recato de jugar el torneo y decidir entonces no regresar a Cuba, tal vez no se podría considerar un desertor, jurídicamente hablando y siempre siguiendo el criterio limitado anteriormente referido. La deserción antes de comenzar el torneo revela la intención de afectar negativamente el desempeño de la selección cubana de béisbol, lo cual, en mi opinión, agrava mucho las cosas.

El incumplimiento de obligaciones y contratos acarrea responsabilidad civil, tanto en Cuba como en Groenlandia, lo que puede determinar sentencias judiciales estableciendo el pago de montos significativos para reparar daños económicos y morales sufridos por las personas o entidades afectadas. Como ciudadano cubano común y, por tanto, contribuyente en el financiamiento de la preparación de César Prieto en la selección nacional y su viaje a Florida, tengo todo el derecho a considerarme estafado y robado por él. 

Es posible que en Cuba no estén suficientemente desarrollados los mecanismos contractuales y legales para enfrentar de manera oportuna y efectiva este tipo de deserciones (no solo por parte de los deportistas, sino en cualquier otro ámbito profesional) -o tal vez están establecidos desde un punto de vista formal, pero no se aplican bien, no lo sé, pues no soy experto en la materia-, pero creo que el Estado cubano está en la obligación de buscar mecanismos efectivos, modernos y justos, de naturaleza disuasoria y compensatoria, para enfrentar cualquier daño económico y moral infligido a sus ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones nacionales. Y me parece que en tiempos de pandemia, bloqueo estadounidense recrudecido y crisis económica extremadamente agudizada, con el pueblo cubano teniendo que enfrentar todo tipo de privaciones, tal respuesta jurídica por parte del Estado se hace muy urgente.

Comentarios

  1. La injusta política de bloqueo que tiene como primerísimo objetivo hacer sufrir al pueblo cubano, ha echado por tierra el acuerdo que permitiría a los jugadores cubanos acceder al máximo nivel mundial sin renunciar a vivir en su país. Esto trae como consecuencia que los cubanos que juegan en Grandes Ligas o en su sistema de ligas menores no sean seleccionables por el equipo nacional, pero además, y en este caso es un punto básico, quien quiera jugar a ese nivel necesita una libertad de movilidad imposible de lograr sin romper con la FCB, que se siente y actúa como dueña de los jugadores.
    Una segunda debilidad es que al hablar de un equipo Cuba no hablamos de un equipo de pelota, sino al parecer de una agrupación de destino especial estratégico, en cuyos hombros descansa la soberanía nacional. En el mundo hay ejemplos de sobra de jugadores que decidieron no jugar en selecciones nacionales, la lista va desde Pelé hasta Pedro Martínez, todos fueron criticados o elogiados según el caso, ninguno recibió el patético título de desertor. Continúan siendo ídolos en su país. Esa presión extra de enfrentar tan dramáticamente a otro equipo que simplemente está jugando a la pelota es un hándicap para el plantel cubano.
    La tercera debilidad la constituye la propia Federación, un ente anexo al gobierno que se adjudica la propiedad de los jugadores cubanos porque Cuba no sigue la práctica mundial de tener federaciones independientes de los gobiernos. En Cuba nada se escapa del control del Gobierno. La Federacion cubana excluye del equipo nacional a peloteros cubanos que juegan en el exterior fuera de su mandato, es decir de manera independiente. De esta forma restringe aún más su cantera, ya de por si reducida por el injusto trato de las leyes norteamericanas. Por solo mencionar unos pocos ejemplos, de esta forma quedan fuera el mejor bateador cubano de la Liga Japonesa, el líder de los bateadores de la Liga Surcoreana y uno de los mejores pitchers abridores de esa propia liga.
    La Federación Cubana, es una pantalla de ente olímpico que encubre a una entidad estatal que no está ajena a todos los problemas, insuficiencias, limitaciones e ineficiencia que reinan en todo el sector estatal cubano.
    Al joven cienfueguero se le prometió a fines del 2020 un contrato en Japón por parte de su "agente" que no es otro que la FCB. En entrevista a la tv cubana el propio Cesar lo anunció con alegría. Posteriormente se le dijo que habia sido imposible a la FCB ponerse de acuerdo con el club japonés en varios ítems del contrato, por lo que se gestionaba otro acuerdo con el equipo Olmecas de Tabasco de la Liga Mexicana. Cuando Cesar llegó a La Habana en la fecha acordada para la firma se le dijo que el contrato no estaba listo y que debía integrarse a la burbuja antucovid en que entrenaba el team Cuba y esperar allí. Finalmente se le expresó que ante la situacion del covid su presencia en México ponía en riesgo su participación en el preolimpico por lo que se había decidido cancelar el contrato.
    Cont..

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    1. Mientras la FCB se tomaba todo su tiempo para ser ineficiente, jugaba con el pelotero prometiéndole futuros contratos, olvidando que los jugadores en su mayoria no son hijos de artistas famosos, ni de empresarios, ni de políticos ni de altos oficiales, pertenecen a las capas más humildes y desfavorecidas de la sociedad, las que sufren más fuertemente todas las penurias que atraviesa el país, que no son compensadas por los estipendios que recibe un seleccionado nacional por jugar en una liga independiente semi amateur como la Canam.
      Evidentemente la paciencia tiene un limite. Y la edad también, porque el ejemplo de Armando Capiró una gloria de Cuba ahora dependiente de los aficionados habaneros para hacerse un chequeo médico y sembrando calabazas en su patio para sobrevivir, pesa mucho en las decisiones de todos los jóvenes atletas.
      No se puede cuestionar la palabra empeñada por Cesar ante un ente que ha faltado, repetidamente, su palabra ante él.
      Yo hubiera preferido que hubiera jugado y despues hubiera hecho lo que entendiera mejor.
      A nivel personal entiendo que, dado que ahora se tiene que ir de los USA y establecer residencia en otro país probablemente el propio México para poder negociar con los equipos de GL como agente libre para buscar un buen contrato con uno y un bono por firmar con ellos, porque si lo hace desde USA no puede negociar con nadie, tiene que entrar en un draft y el equipo que lo pida le dará un contrato de novato con salario mínimo, era mejor haber esperado.
      Pero no estoy en su lugar, ni en su cabeza, que llevaba tiempo ya esperando.
      Ni puedo imaginarme como pensará y actuara un joven de 22 años que sabe que al montar el ómnibus se le recogerá el pasaporte y no se le devolverá hasta llegar a la fila de emigracion para el regreso. Que sabe además que no se le permitirá salir del hotel y que se le retirará el celular.
      No soy quien para juzgar a alguien que vive en circunstancias tan distintas a las mías, con opciones diferentes a las que tengo yo y que asume consecuencias tan drásticas como un castigo de destierro forzoso y negación de salida a familiares, que no está contenido en la Constitucion de su país, por la que seguramente votó.
      En todo caso, respeto su decisión y estoy seguro de que, como han hecho todos los demás, seguirá poniendo el nombre de su pais en alto.
      Siempre habrá quien lo repudie, es derecho de cada cual, me parece que al final la afición lo entiende. En todo caso no se trata de un soldado, ni un héroe, ni un mambi del siglo 21, es tan solo un muchacho que juega bien a la pelota y que solo quiere lo mejor para el y los suyos.

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