Sobre las supercolas y la distribución de los productos básicos controlados

Sobre las supercolas y la distribución de los productos básicos controlados

Propongo a quienes pensamos que en las circunstancias actuales de la economía cubana los productos básicos controlados debieran distribuirse exclusivamente por las bodegas, que inundemos respetuosamente con nuestras opiniones el sitio web de Atención a la Población del gobierno. Ya yo envié la mía (la pueden ver debajo). Aquí les dejo el enlace: 

https://www.presidencia.gob.cu/es/contacto/

El sistema actualmente establecido para la distribución a la población de productos básicos controlados solo promueve la corrupción y la economía parasitaria, en detrimento del pueblo trabajador y los jubilados. En una situación de economía de guerra se necesita una distribución de economía de guerra.

Los productos básicos deberían distribuirse exclusivamente por las respectivas bodegas, mientras persista esta situación. Los cientos o miles de instalaciones en todo el país dedicadas a esta actividad en paralelo a las bodegas solo generan supercolas creadoras de mafias, marañas y calenturas colectivas propiciadoras de próximos estallidos sociales. En ese sentido, pudiera decirse que son verdaderas fábricas de contrarrevolución.

Si la distribución de los productos básicos se concentrara exclusivamente en las bodegas, tales instalaciones y quienes trabajan (y lucran) con ellas pudieran dedicarse a otras actividades con verdadera utilidad económica y social. Además, con el ahorro que implicaría para el Estado no tener que cargar con el sostenimiento de esas tiendas corruptoras, se podría disponer de mayores recursos para mejorar las condiciones de las bodegas de los barrios y de quienes trabajan en ellas.

En una mesa redonda, hace ya bastante tiempo, la Ministra del MINCIN adujo que no existían cantidades suficientes de esos productos para repartirlos por las bodegas. Es un argumento totalmente insostenible. Los ciclos de entrega se pueden ajustar a las cantidades. Así le llegaría algún producto a todo el mundo aunque demore, con más equidad, y siempre sería mucho mejor que el sistema que existe ahora, mediante el cual se favorece principalmente a los coleros, los mafiosos, los revendedores y los especuladores. Además, por ejemplo, cómo puede explicarse que cada vez existan más problemas para cumplir la cuota normada de pollo por la bodega y que por esas vías paralelas algunos puedan adquirir cantidades de pollo que superan con creces la cuota normada de la bodega. ¿Hay o no productos para distribuir? Pero, de nuevo, ¿a manos de quiénes llegan? No se puede seguir insultando así a la inteligencia de nuestro pueblo. Nada impide que tanto un pollo como el otro se pueda distribuir por la bodega con ciclos y precios diferenciados.

Los dirigentes nacionales y locales deberían visitar de vez en cuando estas tiendas y sus supercolas, para que puedan cerciorarse de si es o no cierto lo que aquí estoy afirmando.

Roberto M. Yepe

Aldabó, Boyeros, 25 de julio de 2022

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