¿Y los datos sobre la pobreza y la desigualdad en Cuba pa' cuando?

Me pregunto cómo se puede dirigir un país o desarrollar cualquier programa de gobierno sin tener datos sobre la pobreza y la desigualdad económica. ¿Cómo se puede movilizar a la sociedad cubana para alcanzar un país mejor, sin tener esa información fundamental? Se trata de un asunto de evidente interés público, que todo ciudadano cubano tiene el derecho de conocer, según se consagra en el Artículo 53 de la vigente Constitución.

¿Será que esa información existe y no se publica para “no ofrecer armas al enemigo” (argumento que nunca me convencerá), o realmente las autoridades cubanas no disponen de esos datos (en cuyo caso el asunto me parecería todavía más grave, pues constituiría un signo evidente de incapacidad para gobernar)? Esta situación contrasta fuertemente con el hecho de que los medios informativos partidistas suelen ser pródigos al informar los datos sobre la pobreza y la miseria en Estados Unidos, América Latina y alrededor del resto del mundo.

Los problemas nunca se resolverán adoptando la actitud del avestruz. Como miembro de las Naciones Unidos y participante activo en las labores de la CEPAL, urge que el Estado cubano se “normalice” y adopte las prácticas internacionales en la relativo a la publicación de los datos estadísticos indispensables para lograr el desarrollo económico, social y político del país. La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) tiene capacidad de sobra para eso. Deberían dejarla trabajar libremente y publicar sus hallazgos, por el bien de todos.

“En el caso de los grupos en situación de pobreza, la experta aclaró que no se dispone de datos públicos oficiales, pero se caracterizan por una alta vulnerabilidad, muy alta dependencia de la esfera pública y muy baja autonomía de decisión de satisfactores.

Respecto a la población en situación de pobreza multidimensional, unas 50 000 personas según el último informe voluntario de Cuba sobre avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) –cifra infracalculada para Espina–, la estudiosa resaltó la altísima vulnerabilidad y la nula autonomía de elección de satisfactores.

Estimados no oficiales poscovid, apuntó, ubican entre un 35 y 40 por ciento a las personas en camino a la vulnerabilidad, concentradas en familias numerosas, con ancianos y niños, monoparentales y con mujeres jefas de hogar y que no trabajan establemente, personas adultas mayores que viven solas y sin apoyo de otros parientes.

También clasifican en ese espectro pensionados, trabajadores del sector estatal con baja remuneración, personas que no trabajan por discapacidad o ausencia de condiciones diversas para hacerlo, donde se evidencia una sobrerrepresentación de negros y mestizos, reproducción generacional y territorial de las desventajas.”

https://www.ipscuba.net/sociedad/estudiosa-cubana-alerta-urgencia-de-enfocarse-en-grupos-en-desventaja/?fbclid=IwAR1x7A6o1FLZ2JPaoQVy7wDBmhGVH2cR_LBAH8W9cW26CwOd36Z4FQJ6NRk

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